Termino el proceso electoral 2015 para elegir a diputados federales, locales, gobernadores, presidentes municipales y jefes delegacionales. En las fiestas, así como en las elecciones, hay expectativas, estimaciones de afluencia, pronósticos conductuales y efectos colaterales cuando terminan; algunas finalizan con sonrisas y una grata experiencia, otras más sin entender exactamente que ocurrió y en qué momento se les fue de las manos el control de la situación.
Las elecciones son un referéndum del ejercicio del poder, un termómetro de la aceptación, rechazo o repudio al desempeño de los servidores públicos y partidos políticos. Algunos partidos hacen cuentas para no perder su registro, otros para el numero de plurinominales que les corresponden, algunos más para los regidores en el cabildo, otros para la conformación de la cámara, etc…pero a nadie parece importarle el mensaje que comienza a enviar la población, como lo son: candidatos independientes con triunfos en gubernaturas y municipios, votación nula de alrededor del 5% que supera los votos de 4 partidos políticos, como encuentro social, nueva alianza, partido del trabajo y humanista, estos últimos dos para perder su registro. ¿Cuántos votos se perdieron en relación a la elección anterior?, ¿de qué zona geográfica son?, ¿por qué votaron por otro partido o porque anularon su voto?, ¿quiénes son?, ¿que hizo la diferencia en el cambio de actitud? y muchas preguntas más que toman relevancia hasta que se acercan de nuevo las elecciones.
Hacer las cosas bien desde el principio es más fácil, tales como establecer programas sociales para grupos vulnerables, puentes y caminos críticos para la movilidad de la ciudad, seguridad, gobierno cercano a la gente, entre otros; no solo cuando sea rentable por los tiempos de las elecciones. Dicen que los mexicanos tenemos mala memoria, porque olvidamos rápidamente tanto los errores o malos manejos de la administración pública, como los aciertos, ahora bien, los mensajes que comienza a enviar el pueblo al sufragar, ¿podría ser el principio de una etapa donde estamos despertando como país después de estar adormecidos?, o mejor aún, que el presupuesto pueda comenzar a ejecutarse sin fines electorales a corto, sino a mediano plazo progresivamente? ¿será que el alzheimer electoral que nos ha afectado durante tantos años, tiene cura?
creado 2015